Hay que dejar atrás el pasado y la queja de lo que no fue,para concentrarse en lo que estamos haciendo hoy y ahora. Vivimos adictos al deseo y siempre tan preocupados por lo que creemos que nos falta,que muchas veces
Los que ya recorrimos un tramo importante del camino hemos aprendido que la vida tiene épocas buenas y épocas malas.Como también que todo pasa y que la importancia de cada uno de esos momentos,con el tiempo,se vuelve relativa.Poder aceptar; por ejemplo, que un amor se termino es fundamental para modificar el presente y emprender nuevos y prometedores caminos. Negarse a ver la realidad solo prolonga el enojo,la tristeza o el dolor.
Siempre es mejor ''hacer algo'' que ''esperar a que suceda'' y decidir como queremos vivir es todavía mejor que soñar.
Aceptar la realidad no implica renunciar a los sueños sino hacer algo concreto para que sucedan. Todos estamos a tiempo de elegir como queremos vivir,solo que no siempre tenemos la valentia para aceptarlo.
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